Aquí, el ganador de OT 2006. Si esto fueran los Oscar, o los Goya que pillan más cerca, ni siquiera le podríamos dar el premio al mejor guión original, en todo caso adaptado. Porque Risto ha sido un paripé basado en otros personajes que casualmene parecen estar cabreados con la vida en los distintos formatos del concurso musical que triunfan en un puñado de países europeos y no. Pero lo más irritante ha sido verle estas últimas semanas intentado autoproclamarse en descubridor y gran valedor de los finalistas pese a que si por él hubiera sido hace meses que habrían tenido que abandonar el prorama. A eso se le llama tener mucho morro y cambiar de chaqueta para arrimarse donde más calienta (y pasta se mueve). Muy triste. Por cierto, en categoría de cantantes fue Lorena la que se llevó el triunfo, Dani se quedó con la "operación" y Leo, ya saben, con las fans. Suerte a todos y que no encuentren muchos cara-ristos por el camino.
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