
Pues sí, la mañana empieza a las nueve. ¡Tiembla, Ana Rosa! ¡Tú también, Concha García Campoy! ¡Y tú, Inés...! Bueno, tú no, total te pasas el programa dando cabezadas, qué más da. Pues eso, que la mañana televisiva se adelanta a las nueve con la versión diaria de Espejo Público presentada por una más que eficaz Susanna Griso. Lejos quedan aquellos tiempos en los que TVE daba los Buenos Días con el programa madrugador del mismo nombre. Lejos también cuando Jesús Hermida arrancaba sus mañanas televisivas a esa misma hora: las nueve. Las reinas de las marujas no quieren madrugar y hacen un programa matinal que más bien es de mediodía y casi, casi ya de sobremesa por las horas en las que acaba.
Pero Susanna Griso ha llegado para cambiar todo esto. La fórmula no es nueva, pero ella se maneja a la perfección. Ya no es la encorsetada presentadora de un informativo y se ha convertido en la anfitriona perfecta de un matinal. Primero, ofreciendo información pura y dura para, según avanza la mañana, adentrarse en temas sociales y más ligeros. Hubo un caso anterior al de Susanna y fue el de Elena Sánchez, que durante un veranito apartó el Telediario para hacerse con un magazine de tarde en el que se mostró tan perfecta como ahora lo hace Susanna Griso. Por cierto, para los amantes del DESAFIO, ¿Alguien recuerda cómo se llamaba aquel programa? Cinco puntos extra están en juego a partir de este momento.
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