A los programas cutres de cotilleo e insultos gratuitos, que monopolizan las tardes y noches familiares de la
tele les ha salido dura competencia para que ya no se hable de
telebasura, sino de
telemierda directamente. Estas líneas van dedicadas a
esos programitas tontos que consisten en sacar la pasta al respetable y que ya lo invaden todo. Comenzaron
tímidamente de madrugada pero ahora tienen
versión matinal, de tarde y de noche en múltiples cadenas. A las gentes de la
tele ya no les interesa hacer
tele, sólo conseguir la pasta de sus espectadores y cuanto más, mejor. Ya no se trata de vender anuncios que se insertan entre programas y series, ni de hacer una pregunta en mitad de un programa para que
el espectador llame a un 906 a cambio de un supuesto premio, ni de que
el presentador de turno se mueva como un mongui para vender un jodido politono.
No, ahora se trata de llenar horas y horas de programación con
concursos de dudosa calidad y de aún más dudosa moralidad a cada cual más cutre y denigrante para la mente humana. Y si las
teles quieren convertirse en
chiringuitos de apuestas que se saquen su oportuna licencia. Mientras tanto, un consejo,
todas las televisiones, sin excepciones, vienen equipadas con una tecla para evitar este tipo de programas. Generalmente es de
color rojo y aparece la palabra
off junto a ella.
Apriétenla si piedad cada vez que se alguien le llame imbécil a la cara animándole a resolver
sopitas de letras chorras y le pida que pague
1,20 euros cada vez que el teléfono comunica y no le pasan a antena.
Pues eso, pura telemierda. Pero que no salpique.
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