
Se va. Y guarda silencio. No podía ser de otra manera. Quintero aguantó el chaparrón tras la entrevista no emitida a José María García. Como compensación envenenada, TVE le arrinconó la noche del martes, una de las más complicadas por la batalla entre House y Los Serrano. En medio del ring, Quintero sólo ha ganado hostias. Por falta de audiencia. Por aguantar. Al final ha dicho que está enfermo y se va, en silencio, sin despedirse. Como es ya costumbre en él. Ser leal a TVE le ha costado cambiar de día de emisión, perder al público que era fiel a su espacio y tener que marcharse por la puerta de atrás. Maestro, perdónanos, pero en este blog no hemos sido capaces de guardar silencio ante esta injusticia. Hasta la vuelta. Recupérate pronto.
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